A la hora de proyectar una instalación fotovoltaica para autoconsumo hay que tener en cuenta varios factores para aprovechar al máximo la radiación solar y conseguir así el mejor rendimiento de los paneles solares.
Los puntos clave a considerar son la orientación y la inclinación de los módulos fotovoltaicos.
Orientación e inclinación de los paneles solares
En los cálculos previos de producción de energía de una instalación fotovoltaica es fundamental conocer la irradiación solar en la ubicación exacta del proyecto y la trayectoria del sol durante las diferentes épocas del año en ese emplazamiento.
Los módulos fotovoltaicos deben colocarse con la inclinación y orientación óptimas con el objeto de minimizar las pérdidas. La orientación más adecuada, teniendo en cuenta los propios principios de la “geometría solar”, es la sur en el hemisferio norte y su inclinación debe ser aproximadamente 10 grados menos que la latitud.
En España, de forma aproximada, nos movemos entre 40 y 35 grados de latitud (con la excepción de Canarias). La inclinación media a la que se colocan las placas es 25º si van orientadas al sur.
Las condiciones climáticas y el emplazamiento geográfico de los paneles solares juegan un papel importante en la elección del ángulo de inclinación correcto para la producción de alta energía. Para una máxima conversión de la luz solar en electricidad solar, los paneles solares deben montarse en ángulo para apuntar directamente al sol.
Cuanto más al sur nos movamos, la inclinación óptima es menor, debido a su relación directa con la latitud.
¿Cómo influye el tipo de cubierta en la instalación fotovoltaica?
El tipo de cubierta en la que se colocarán los paneles solares (plana, inclinada, etc.) determinará el modelo de estructura y soporte a emplear en la instalación fotovoltaica. Si estamos ante una cubierta plana y transitable y, por tanto, con mayor resistencia estructural, se puede proponer una solución con soporte prefabricado de hormigón o de metal, sin perforación de tejado. En el caso de cubiertas inclinadas (las más comunes), e independientemente de las particularidades de ejecución en función del tipo de material de cubierta (chapa, teja, etc.), el criterio a seguir es analizar la orientación y la inclinación de las aguas. Aquí, la propuesta más óptima, cuanto más orientada al sur y más inclinación tengan las aguas, es la estructura coplanar.
Estructura coplanar e inclinada en instalaciones fotovoltaicas
Para las estructuras inclinadas es necesario el montaje de los módulos sobre un soporte metálico o de hormigón con el objetivo de orientarlos hacia el sur y que produzcan la mayor cantidad de energía al menor precio posible.
Por su parte, en las estructuras coplanares los paneles van superpuestos al plano de la cubierta.
Diferencias entre estructura coplanar e inclinada:
Coplanar:
- Montaje más rápido y sencillo
- Menor coste (ya que se necesita menos material y menos mano de obra)
- Permite maximizar la potencia instalada al posibilitar la colocación de gran cantidad de módulos (no existen huecos entre filas, a excepción de un pasillo mínimo para tareas de mantenimiento).
- No se ven afectadas por la succión del viento, al no contribuir al efecto vela
- Permiten la integración arquitectónica
- Mayor mantenimiento (tendencia a ensuciarse más)
![Instalación de autoconsumo fotovoltaico en Hepelcos | Eidf Solar]()
Inclinada:
- La inclinación favorece que los paneles se ensucien menos, al caer el polvo por gravedad
- Mayor productividad gracias a su inclinación
A pesar de la tendencia en el mercado a la instalación de estructuras coplanares, hay que estudiar cada caso y hacer un análisis coste-beneficio para cada proyecto (considerando la zona, cubierta y nave), según la orientación e inclinación para plantear una comparativa real de inversión-ahorros.
