La importancia de la fotovoltaica en la transición energética

La energía fotovoltaica es uno de los pilares de la transición energética.

La lucha contra el cambio climático se ha vuelto uno de los desafíos más importantes que debe afrontar la humanidad.

En el panorama actual, las emisiones de dióxido de carbono representan el 44% de la contaminación total mundial, que constituyen la mayor fuente de aumento de temperatura global.

Es por ello que la descarbonización del planeta es una de las metas que debemos alcanzar este siglo, eliminando el carbono como fuente principal para la producción de energía.

La transición energética, un proceso con muchos beneficios

La transición energética se define como el conjunto de cambios en los modelos de producción, distribución y consumo de energía para alcanzar una mayor sostenibilidad.

El objetivo principal de este proceso es transformar el sistema energético actual, que se nutre de combustibles fósiles para dar paso a un modelo basado en la utilización de energías renovables, entre cuyos beneficios encontramos:

  • Reducción de las emisiones de CO2.
  • Disminución del calentamiento global.
  • Mejora de la calidad del aire.
  • Impulso de la eficiencia energética.
  • Mayor conciencia medioambiental.

¿Cómo puede ayudar la fotovoltaica en la transición energética?

Para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, la Unión Europea se ha propuesto como objetivo impulsar el despliegue de las renovables a través de la Estrategia de Energía Solar, con el objetivo de alcanzar más de 600GW de aquí a 2030.

Para conseguirlo, el autoconsumo es la clave principal y la energía solar fotovoltaica jugará un papel relevante en la reducción del uso de combustible fósiles.

La situación en España es prometedora, ya que se trata de uno de los países europeos con más horas de sol. Esto la convierte en un territorio perfecto para la generación fotovoltaica, contribuyendo al desarrollo sostenible del planeta.

Además, ya existe una fecha clara para alcanzar la descarbonización total del país: el año 2040. Para ello, se seguirá el Plan Nacional Integrado de Energía Y Clima (PNIEC), que servirá como base para la instalación de una potencia total de 37 GW de energía fotovoltaica, lo que impulsará las energías renovables, y, sobre todo, la energía solar.

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